Se cumple centenario del Monumento al Soldado español desconocido
Aunque los acontecimientos diarios pudieran opacar el hecho, lo cierto es que se cumplió el centenario de haber erigido un monumento en Yauco, a la memoria de un soldado español desconocido, muerto durante la Guerra Hispanoamericana.
El procurador Agustín Montañez Allman resaltó el dato para sustentar el espíritu de honor, respeto y solidaridad humana que envolvió el incidente, cuando fuerzas del Ejército Americano avanzaban hacia la Ciudad del Café desde el poblado de Guánica en 1898.
Un grupo de veteranos de la Legión Americana, ciudadanos y preservadores de la historia del municipio realizaron hoy junto al Procurador una sencilla ceremonia de homenaje póstumo, que sintetiza el recuerdo de singular humanismo entre fuerzas beligerantes.
Montañez Allman, un veterano condecorado con la Medalla Estrella de Bronce en la Guerra del Golfo Pérsico, resaltó que en situaciones de combate, siempre se procura ganar. Pero el gesto de profundo respeto ante la gallardía y valentía de un soldado, movió a que se honrara su coraje y que sus restos recibieran una digna sepultura.
“Este hecho todavía se preserva con dignidad y honor y año tras año, realizamos una solemne ceremonia con la colocación de ofrendas florales”, indicó el Procurador.
Montañez Allman informó que el monumento funerario está localizado en la antigua carretera 127, km 0 hm 6, de camino del pueblo de Yauco a Guánica, ruta que originalmente tomaron las tropas estadounidenses luego de su invasión por la Bahía de Guánica, el 25 de julio de 1898.
Explicó que la Ley 347-2004 declara Monumento Nacional la estructura y los terrenos que la albergan. Originalmente la ley establecía que su Oficina tendría a su cargo su custodia, pero esta función recae ahora en el Municipio de Yauco.
Siguió diciendo el Procurador que la historia documentada indica, que luego de finalizar el combate de Yauco, el 26 de julio del 1898, se encontró el cadáver de un soldado español que no pudo ser identificado.
Montañez Allman trajo a colación varias versiones que circulan, que añaden cierto aire de misterio a un evento que ocurrió en realidad.
Uno de ellos, dijo el exfiscal, cuenta que el soldado era transportado herido durante la retirada y muriendo en el camino, fue abandonado por sus compañeros. En otra se asevera que se perdió durante la acción y herido, trató de regresar a Yauco, muriendo durante en el intento.
La versión con mayor peso describe una acción de combate en ese lugar, no reportada en las crónicas, tratando de detener o retrasar a las tropas americanas cuando avanzaban hacia Yauco. Ello, para permitir la retirada española hacia Peñuelas y después Adjuntas.
Esta afirmación puede ser sustentada por el hecho de que una vez las tropas españolas regresaron a Yauco, el coronel Puig envió algunos hombres al camino de Guánica para observar los movimientos de las tropas americanas y para proteger la retirada.
Independientemente, todas coinciden en que, tras toparse con el soldado, el Capitán Charles Vernon de las tropas americanas dispuso para su traslado a la enfermería. Pero el militar español falleció en el lugar donde se encuentra el monumento, ordenando Vernon que fuera allí mismo sepultado. Este lugar se conoció como la «Cuesta del Muerto».
Más tarde, cuando alguien intentó profanar la cruz de la tumba, Vernon la protegió con una cerca de alambre de púas y con una inscripción que anunciaba que sería castigado severamente por el gobierno americano, quien la profanase.
Publicó además un bando, ofreciendo la cantidad de $500 de recompensa a la persona que señalase al autor o autores del intento de profanación.
El tiempo, la maleza y el abandono estuvieron a punto de hacer desaparecer todo recuerdo de la tumba. Pero el 21 de julio de 1921 el Capitán Rivero, junto al reconocido fotógrafo de San Juan, Rafael Colorado y Emilio Bacó, lograron rescatarla.
El 20 de mayo de 1924, se erigió el monumento funerario, gracias a la aportación de la Casa de España fundada en 1913 y construido bajo la incumbencia del entonces alcalde de Yauco, Arturo Lluberas.
Ya para el 11 de octubre de 2000, en la parte media del monumento se colocó una pequeña tarja de bronce con la siguiente inscripción: “En homenaje a los héroes del 1898. Asociación de Amigos de los Museos Militares de España 12 de noviembre de 1999”. La tarja fue una iniciativa de su presidente el Teniente General retirado Francisco Castrillo Mazares y del General retirado del Ejército de Estados Unidos, Luis E. González Vale, Historiador Oficial de Puerto Rico.
Montañez Allman añadió que de acuerdo con el Registro Nacional de lugares históricos del Departamento del Interior de los Estados Unidos, este monumento es considerado como el único en el mundo que tiene en su interior los restos de un soldado. También, el único dedicado a la memoria de los soldados que batallaron en la Guerra Hispanoamericana, la última guerra peleada en tierra borinqueña y la última librada por el imperio español.