Organizaciones de justicia social coordinan respuesta rápida luego del Huracán Fiona
Sobre medio millón de dólares está llegando a comunidades en más de 40 municipios en forma de generadores eléctricos, combustible, comida, agua, colchones y ropa de cama, entre muchos otros suministros, a 10 días de la creación del Fiona Community Response Fund. Las nueve organizaciones que colaboran en dicho fondo informaron hoy sus primeros resultados, así como el impacto en las comunidades de su método de trabajo
“Como organizaciones de base comunitaria y justicia social, respondemos al desastre político y la pobre respuesta del gobierno local y federal desde los asuntos identificados por las mismas comunidades.”, explicó Colibrí Sanfiorenzo-Barnhard, directora ejecutiva de HASER – una de las organizaciones del fondo comunitario creado el 19 de septiembre tras el paso del huracán Fiona.
María Fund, Taller Salud, HASER, Federación de Maestros de Puerto Rico, Agitarte, Revista étnica, Ayuda Legal Puerto Rico, Casa Tallaboeña (Campamento contra las Cenizas en Peñuelas) y el Instituto para la Agroecología se unieron para recaudar fondos a nivel internacional y en Estados Unidos – que al momento va por los $540,000 en servicios y suministros. El foco está en la respuesta rápida, más la idea es partir de esos esfuerzos para impulsar cambios más profundos y educar sobre la recuperación justa.
Unas 110 brigadas han estado a cargo de los servicios. Las organizaciones han estado en constante comunicación con sus comunidades para identificar en consenso la urgencia con la que las brigadas y suministros deben llegar a quienes los necesitan, elaboró Sanfiorenzo-Barnhard. Muchas son comunidades de personas envejecidas, madres jefas de familia con niñez, personas con capacidades, comunidades negras.
La mayoría de los fondos se han usado en temas de energía, agua y comida, lo que apunta a las deficiencias más grandes en la respuesta del gobierno para servicios esenciales. Solamente en generadores, gasolina, y diesel se han invertido unos $120 mil, distribuidos por HASER.
Los municipios con más necesidades siguen siendo los de la montaña y la costa suroeste. También se han atendido situaciones particulares de otras zonas, como las inundaciones en Loíza y Toa Baja, y derrumbes, desganches y poda de árboles en varios puntos.
José “Nolo’ Díaz Pérez, de Casa Tallaboeña, dijo que la colaboración entre las organizaciones participantes ha sido clave para la agilidad. “Ponemos en común las situaciones que encontramos. Conectamos con brigadas de distintos puntos. Usamos estilos participativos de apoyo mutuo –que se distancian de la desatención del gobierno que hemos denunciado en estos días”.