Implicaciones y desafíos ante el nuevo aumento de salario mínimo

La Comisión Evaluadora de Salario Mínimo, creada bajo la Ley Núm. 47-2021 y adscrita al Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), recientemente aprobó un incremento en el salario mínimo a $10.50 por hora, efectivo a partir del 1 de julio de 2024. Este aumento, que busca mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores puertorriqueños, ha sido objeto de un detallado análisis por parte de economistas y expertos del sector.


El economista José Alameda Lozada destacó que este incremento proyecta un aumento salarial anual promedio para los empleados con salario mínimo a $15,107, además de un incremento en la fuerza laboral de 28,242 personas. Sin embargo, Alameda también advirtió sobre posibles repercusiones económicas negativas, señalando que la inflación estimada podría situarse en un 48 por ciento por encima de la tendencia subyacente, lo que podría llevar al cierre de aproximadamente 2,197 empresas y la pérdida de 12,267 empleos.


«La implementación de la Ley 47 en 2021 ya había llevado a un aumento significativo en la paga de los trabajadores, reduciendo el número de asalariados mínimos en unos 60,000,» explicó Alameda. «Sin embargo, este nuevo aumento plantea mayores desafíos para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que han sido las más afectadas por los ajustes operacionales», señaló.
De acuerdo con el economista un informe de Abexus Analytics, encargado por la Comisión Evaluadora, resaltó que entre finales de 2021 y la segunda mitad de 2022, más de 4,000 negocios cerraron sus puertas, y otros 2,102 mostraron signos de vulnerabilidad ante el aumento de los costos laborales. En estos negocios, el 63 por ciento de los trabajadores ganaban el salario mínimo.


Por otro lado, según el informe de Abexus Analytics, en Puerto Rico existen 50 ocupaciones donde los empleados ganan menos de $10.50 por hora. Estas ocupaciones incluyen roles esenciales como operadores de máquinas de coser, guardias de seguridad, preparadores de alimentos y trabajadores de servicios de limpiez.
Por ejemplo, los operadores de máquinas de coser tienen un salario promedio de $9.12 por hora, mientras que los guardias de seguridad ganan aproximadamente $9.39 por hora. Estas cifras reflejan la realidad de una gran parte de la fuerza laboral puertorriqueña que, a pesar de realizar trabajos fundamentales, percibe salarios que están por debajo del umbral propuesto por la nueva ley de salario mínimo. Este incremento salarial busca beneficiar a más de 137,000 empleados que actualmente ganan menos de $10.50 por hora, representando el 14.76 por ciento del total de empleados en la isla.


«En Puerto Rico, existía antes una comisión dentro del Departamento del Trabajo dedicada a evaluar el salario mínimo, conocida como la Comisión de Salario Mínimo. Su función era determinar si era viable un aumento salarial y qué industrias podían soportar dicho aumento sin que esto impactará negativamente en las pequeñas y medianas empresas. Desafortunadamente, esta comisión fue eliminada, lo que ha complicado la gestión y ajuste gradual del salario mínimo, por lo que necesitamos abordar la cuestión del salario mínimo con inteligencia y menos influencia política, ya que la política tiende a impregnarse en todo, complicando procesos que podrían beneficiar equitativamente a todos los sectores involucrados,» explicó el Economista.


Alameda concluyó que, aunque el aumento a $10.50 por hora podría traer consigo desafíos económicos significativos, también ofrece un enfoque más prospectivo y duradero para la estabilidad salarial en el futuro. «Establecer un salario mínimo más alto puede reducir la necesidad de ajustes frecuentes, proporcionando así una solución más duradera para la estabilidad salarial,» añadió.

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