La vicepresidenta Harris lleva el caso contra Donald Trump
En su primer discurso de campaña como candidata presidencial, la vicepresidenta Harris se enfrentó a Donald Trump en un discurso enérgico y lleno de entusiasmo dirigido al equipo de la campaña en Wilmington, Delaware. Tras una larga carrera en los tribunales denunciando a depredadores, criminales y estafadores, está dispuesta a enfrentarse a Donald Trump, un criminal condenado 34 veces, en las urnas electorales este noviembre.
La vicepresidenta expuso el claro contraste de estas elecciones: una fiscal frente a un criminal, una defensora de la libertad reproductiva frente al hombre que «orgullosamente» anuló Roe y quiere firmar una prohibición nacional del aborto, una feroz aliada de la clase media frente a alguien comprado y pagado por multimillonarios.
No es ningún secreto que la campaña de Trump está asustada con la vicepresidenta Harris. Los próximos 106 días se van a parecer mucho a esto:
“Como muchos de ustedes saben, antes de ser elegida vicepresidenta, antes de ser elegida senadora de los Estados Unidos, fui elegida fiscal general, como ya he mencionado, de California y antes de eso fui fiscal ante los tribunales. En esas profesiones me enfrenté a todo tipo de criminales: depredadores que abusaban de las mujeres, estafadores que estafaban a los consumidores, tramposos que rompían las reglas para su propio beneficio. Así que escúchenme cuando digo: conozco muy bien a los tipos como Donald Trump. Y en esta campaña, me enorgulleceré de poner mi historial en contra del suyo.
“Como una joven procuradora, cuando estaba en la oficina del fiscal del condado de Alameda, en California, me especialicé en casos relacionados con abusos sexuales. Donald Trump fue declarado responsable por un jurado de cometer abusos sexuales. Como Fiscal General de California, me enfrenté a una de las mayores universidades con fines de lucro de nuestro país y la mandé a la quiebra. Donald Trump dirigía una universidad con ánimo de lucro, la Universidad Trump, que se vio obligada a pagar 25 millones de dólares a los estudiantes a los que estafó.
“Como Fiscal de Distrito persiguiendo a los que contaminan, creé una de las primeras unidades de justicia ambiental en nuestra nación». Donald Trump se plantó en Mar-a-Lago y dijo a los lobistas de las grandes petroleras que haría lo que ellos quisieran a cambio de una contribución electoral de 1.000 millones de dólares. Durante la crisis de las ejecuciones hipotecarias, me enfrenté a los grandes bancos de Wall Street y conseguí 20.000 millones de dólares para las familias de California, responsabilizando a esos bancos de fraude. Donald Trump acaba de ser declarado culpable de 34 cargos de fraude. Pero no nos equivoquemos, tomando todo esto en cuenta, esta campaña no se trata sólo de nosotros contra Donald Trump.
“Esta campaña es mucho más que eso. Nuestra campaña siempre se ha tratado de dos versiones diferentes de lo que consideramos el futuro de nuestro país. Dos visiones diferentes para el futuro de nuestro país. Una centrada en el futuro, la otra centrada en el pasado. Donald Trump quiere hacer retroceder a nuestro país a una época antes de que muchos de nuestros compatriotas estadounidenses tuvieran plenas libertades y derechos. Pero nosotros creemos en un futuro mejor para todos los estadounidenses. Creemos en un futuro en el que cada persona tenga la oportunidad […] realmente [de] salir adelante. Creemos en un futuro en el que ningún niño tenga que crecer en la pobreza. En el que todos puedan comprar una casa, formar una familia y acumular riqueza. Y en el que todos tengan acceso a permisos familiares remunerados y a guarderías asequibles. Ese es el futuro que vemos. Juntos luchamos por construir una nación en la que cada persona tenga una atención médica asequible. Donde todos los trabajadores reciban un salario justo y donde todos los adultos mayores puedan jubilarse con dignidad.
“Todo esto es para decir: construir la clase media será un objetivo que definirá mi presidencia. Porque aquí sabemos que cuando nuestra clase media es fuerte, Estados Unidos es fuerte. Y sabemos que ese no es el futuro por el que lucha Donald Trump. Él y su extremista Proyecto 2025 debilitarían a la clase media y nos haría retroceder. Por favor, tomen nota de eso. De vuelta a las fracasadas políticas […] que dieron enormes exenciones fiscales a los multimillonarios y a las grandes corporaciones, e hicieron que las familias trabajadoras pagarán el costo. De vuelta a las políticas que casi eliminan el Seguro Social y Medicare. De vuelta a las políticas que tratan la atención médica sólo como un privilegio para los ricos, en lugar de lo que todos sabemos que debería ser. Que es un derecho de todos los estadounidenses. Estados Unidos ya ha probado antes estas políticas económicas. No conducen a la prosperidad. Conducen a la desigualdad y a la injusticia económica. Y no vamos a volver atrás. No vamos a volver. No vamos a volver atrás. Nuestra lucha por el futuro es también una lucha por la libertad. Generaciones de estadounidenses antes de nosotros han liderado la lucha por la libertad, desde nuestros fundadores, hasta los arquitectos de este país. A los abolicionistas y a las sufragistas. A los «Freedom Riders» y a los trabajadores agrícolas.
«Y ahora digo, equipo: el relevo está en nuestras manos. Nosotros creemos en la sagrada libertad de votar. Nosotros nos comprometemos a luchar para aprobar la Ley John Lewis de Avance del Derecho al Voto y la Ley de Libertad de Voto. Nosotros creemos en la libertad de vivir a salvo de la violencia armada y por eso trabajaremos para aprobar la verificación universal de antecedentes, las leyes de alerta roja y la prohibición de las armas de asalto. Nosotros somos los que lucharemos por la libertad reproductiva, sabiendo que si Trump tiene la oportunidad, firmará una prohibición nacional del aborto para prohibirlo en todos y cada uno de los estados, pero no vamos a dejar que eso ocurra.
“Este equipo presente aquí es el que va a ayudar en noviembre a elegir a una mayoría de miembros del Congreso de Estados Unidos que estén de acuerdo en que el gobierno no debe decirle a una mujer lo que tiene que hacer con su cuerpo. Y cuando el Congreso apruebe una ley para restaurar las libertades reproductivas como Presidenta de Estados Unidos, yo la firmaré”.